miércoles, 20 de junio de 2012

Yo!



Un Homenaje a Elsa Bornemann (1952-2013)

Yo, el desvergonzado,
travieso, alocado,
que por ti me atrevo
y todo lo pruebo:
magia, equilibrismo
o malabarismo;
que bailo con zancos
o salto los bancos,
que ensayo piruetas
con mi bicicleta
o ando de cabeza
con las piernas tiesas;
que hasta disfrazado
paso por tu lado
para que me mires...
para que suspires
por el superpibe
que todo lo consigue...
no me animo, hermosa,
a hacer una cosa,
la más sencillita,
tan dulce y bonita
como tu mirada
-pichoncito de hada-
Ah, que tengo miedo,
que no, que no puedo
decirte un sincero
¡te quiero! ¡te quiero!

Elsa Bornemann

Otra de las cosas que me gustaba leer… les dejo el enlace para los que quieran sentirse niños otra vez…

miércoles, 6 de junio de 2012

Lo que me gustaba leer de chica

























Estoy esperando a alguien que no conozco.

Que conocí y no viene.
Que llega pero no sacia.
Que sacia pero se va.
Que se va y no vuelve.

Y comienza la espera que tiene forma de carta que no llega.
De teléfono , que no suena.
De timbre, que nadie toca.
De puerta, que no golpean.

Te espero como enfermo para curarse,
y un soldado la licencia.
Como escolar el fin de curso y obrero el día de fiesta.
Te espero con la fantasía de un niño.
con la ilusión de miles de jóvenes.
Con desesperación al sentir que envejezco
y con la seguridad con que espero la muerte.

Y te espero…
con la angustia del insomne, con ansiedad y con miedo.
Con el recuerdo que se desdibuja.
Como alguien que fue herido y pide que le alivien el dolor.

Y cuando ya parece que lo esperado no viene,
lo esperado llega.
Pero nunca,
nunca lo que llega es igual a lo esperado.
Lo esperado siempre es mejor.

Entonces la espera termina
para dejar lugar a una nueva espera.

Estoy esperando a alguien que no conozco.

Hugo Finkelstein

lunes, 4 de junio de 2012

El Relato!

Roland Barthes dijo “Bajo sus casi infinitas formas, el relato está presente en todas las épocas, en todos los lugares, en todas las sociedades; el relato empieza con la historia misma de la humanidad; no hay, nunca hubo un pueblo sin relato […] Todas las clases, todos los grupos humanos tienen sus relatos, y muy a menudo esos relatos los disfrutan en común hombres de culturas diferentes, incluso contrarias: el relato se ríe de la buena y de la mala literatura: internacional, transhistórico, transcultural, el relato está ahí como la vida”.